¿Ampliar el permiso de maternidad? ¡No, gracias!

El alcalde de Madrid ha prometido aumentar el permiso de maternidad de sus funcionarias a 24 semanas y el de paternidad a 4 semanas. El PP ha presentado en el Congreso una proposición para aumentar el permiso de maternidad a 18 semanas y el de paternidad a 4 semanas. ¿Favorecen a las mujeres estas ampliaciones?.

 

Desde la PPIINA tenemos una postura muy clara al respecto y queremos compartirla con toda la ciudadanía: mientras los permisos de los padres no se hayan equiparado con los de las madres, los de maternidad no deben aumentar ni un minuto más.

 

¿Por qué esta postura tan radical? Porque creemos en la corresponsabilidad. La corresponsabilidad consiste en que hombres y mujeres se dediquen al cuidado en la misma medida. O sea, terminar con la división sexual del trabajo que tan malas consecuencias acarrea a las mujeres.

 

Mientras las mujeres sigan cargando con la mayor parte del cuidado, no podrá haber igualdad en el mercado de trabajo:

 

  • Las mujeres pagan muy cara su dedicación al cuidado. Las prohibiciones del despido no tienen efecto en un mercado cada vez más des-regularizado donde solamente una minoría de mujeres tiene empleo fijo; y también a las fijas les despiden después del permiso. Entre las funcionarias, nos gustaría saber si los que proponen aumento de los permisos, como el Sr. Gallardón, piensan situar a tantas mujeres como hombres en puestos de responsabilidad.
  • Todas las mujeres, y no solamente las madres, resultan perjudicadas por la desigualdad de los permisos: Los empresarios prefieren hombres para los empleos de calidad y las mujeres son víctimas de la precariedad. Es importantísimo que los empresarios tengan las mismas obligaciones con hombres y con mujeres.
  • Los permisos de maternidad solamente son el comienzo. Sin igual dedicación de los hombres y sin servicios públicos adecuados, las mujeres se ven obligadas a ‘optar’ por retirarse del empleo temporalmente para cuidar. Estas ausencias ya no se recuperan y muchas mujeres terminan dependiendo económicamente de sus maridos y/o en la pobreza. En cambio, si hombres y mujeres comparten el cuidado desde el principio, y con ayuda de servicios de educación infantil, ambos progenitores pueden mantenerse en sus puestos de trabajo y disfrutar de sus hijos/as; así como de unas relaciones mutuas más libres.

 

El movimiento feminista siempre ha luchado porque las mujeres tengan independencia económica, sencillamente porque es una condición sine-qua-non para poder decidir sobre sus propias vidas. Las mujeres dependientes se ven obligadas a aceptar el trato que sus maridos decidan (maltrato o buentrato). Y si, por cualquier razón, se quedan sin los ingresos del marido, se verán sin medio de vida.

 

El permiso de maternidad no es un descanso; es un periodo para cuidar al bebé. Las madres tienen derecho a disfrutarlo, pero también los hombres deben tener ese mismo derecho. Que los hombres se dediquen en la misma medida es fundamental para establecer la igualdad de roles en la pareja desde el primer momento de la llegada del bebé. Es importantísimo que los niños vean que los papás cuidan igual que las mamás.

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