Mercado de la Boquería en Barcelona, ¡gran problema!: a la luz del día, dice El País en su editorial del viernes 4 septiembre, «la nueva hornada de prostitutas…. altera con su conducta (el subrayado es mío) la convivencia…. empañando la imagen de la ciudad».
También dice en ese mismo editorial que estas mujeres son víctimas de las mafias que les fuerzan a hacer lo que hacen …o sea, a esa «conducta que altera la convivencia«. Mafias, clientes, anunciantes, …. pero «la conducta» es la de ellas.
Hete aquí que regulacionistas y prohibicionistas (que no es lo mismo que abolicionistas) se muestran de acuerdo: sancionar a las prostituídas que ejercen en la calle (sí, ese es el término correcto, prostituIDAS, aunque no es el que ellos usan.- ellos dicen ‘meretrices’) y legalizar su explotación en lugares cerrados (que no empañen la imagen de la ciudad).