No hay que alarmarse, es normal, puesto que cabalgamos. La lengua está viva, avanza, y es lógico que las estructuras ancestrales se resistan. La última vez que se hicieron notar estos graciosos señores (¡no es masculino genérico!) fue cuando la discusión de la Ley de Igualdad. Entonces, para las navidades de 2006/2007 nos obsequiaron con esta broma de felicitación. Algunas os acordaréis. Aunque parezca increíble, es cierto que la enviaron. ¡A eso se dedicaron! Pero algo ha cambiado. Aquél gesto fue mucho más burdo, ni siquiera se vieron obligados a razonar su postura. Y entonces nadie estuvo de nuestra parte. Esta vez, sin embargo, ya no es un asunto de mujeres: también fuera del feminismo se está reconociendo que el lenguaje es sexista.
¡Bienvenido sea el debate una vez más, y gracias a los señorEs académicOs por activarlo!