El otro día me enteré, por pura casualidad, de la muerte de mi amigo y compañero Jorge Gracia Fernandez Casadoiro. Me sé bien su trayectoria porque coincidió en múltiples puntos con la mía: coincidimos en la facultad de Matemáticas, donde él era del PC, e incluso me acogió en su casa durante una de aquellas diásporas subsiguientes a las redadas de la policía franquista.