Es 8 de marzo. Me he perdido una acción feminista convocada a las 12:00: cruzar el puente de Brooklyn simbólicamente (‘Las mujeres cruzan puentes….’), para venir a la sede de la ONU a ver qué había. Pero aquí no queda ya nada, ni siquiera expectativas (que era lo único que había antes). Unas se han ido y otras se han desmovilizado. Lo único que se puede hacer es firmar las cartas que circulan protestando por el trato vejatorio que nos ha dado la ONU.
Sin embargo, si una se olvida de la ONU, estar aquí sirve para encontrarse con un montón de gente, para ver otras realidades, para observar a España desde lejos (con distancia siempre se ve mejor todo, incluso a una misma.- qué digo: sobre todo a una misma!); y, no menos importante, para ver cómo se nos ve desde fuera.
España es famosa por su apuesta por la igualdad. La gente te pregunta con interés. Quieren saber y tienen esperanzas de que nuestro Gobierno haga algo concreto durante la Presidencia de la UE. Las polacas quieren que ESpaña haga algo por que puedan abortar, por ejemplo.
Hoy sueño que España lidere el cambio estructural a la igualdad total. Y lo sueño porque acabo de ver la entrevista con la Ministra de Igualdad en el 20 Minutos, donde dice:
«La paternidad de 30 días en 2011 no se puede quedar ahí, debe ir a más. Y habrá que ir planteándose la obligatoriedad, que ellos tengan las mismas semanas que tienen las mujeres«.
¡En la PPIINA estamos de fiesta!
Feliz ocho de marzo para todas y todos. Y divirtámonos intensamente!