A raíz del gran éxito de las últimas Jornadas de la PPIINA, Lidia Falcón ha relanzado el debate, siempre activo y necesario, sobre cuáles deben ser las alternativas feministas al cuidado. Ella escribió un comentario; Cristina Castellanos contestó; y ella contestó de nuevo. En primer lugar, me uno a sus agradecimientos mutuos y a los votos por que el debate continúe. Creo que está bien intercambiar puntos de vista y saber que lo que es un desacuerdo hoy puede serlo menos en el futuro. Quiero aportar este artículo donde explico, entre otras cosas, por qué es contraproducente la reivindicación del salario al ama de casa, adoptada con muy buena intención por una parte del movimiento feminista, sobre todo en el pasado. A veces las buenas ideas hacen muy malas películas, y creo que este es un buen ejemplo.
María Pazos
La PPIINA da un paso importante para la igualdad
Ayer registramos la Ley de Reforma de los Permisos en el Congreso de los Diputados (así se llama, hasta que arregle ese problema del masculino genérico).
Ha sido un camino difícil, largo, agotador… pero ahí está la Propuesta de Reforma de los Permisos, una Proposición de Ley totalmente elaborada, con sus disposiciones adicionales, leída por todos los grupos parlamentarios sin que ninguno haya puesto ninguna objeción. Lista para su votación… cuando algún grupo la lleve al pleno, que eso es lo que toca ahora pelearse.
Porque Izquierda Plural la ha registrado pero tiene muy poco ‘cupo’ (o sea, el número de proposiciones de ley que puede presentar al Pleno es muy reducido); el Grupo Mixto idem… y los demás grupos, aunque nos dicen que esta Ley es muy importante para la igualdad, por ahora no la han asumido como propia ni siquiera para registrarla. Todo llegará, esperemos, o por lo menos trabajemos en esa dirección, es lo único que podemos hacer.
Presentación libro ‘Memoria y sexualidad de las mujeres durante el Franquismo’
Andalucía… ¿y la paridad?…. ¿y la igualdad?
Juan Torres da la voz de alarma y lanza la campaña con este estupendo post. Me uno contra la falta de paridad del Nuevo Gobierno Andaluz. Me uno contra la desaparición de la Consejería de Igualdad, que solo hubiera sido un avance si se hubiera convertido en una Vicepresidencia de Igualdad. Me uno contra el acto simbólico de empezar la actividad de gobierno con una reunión de 100% hombres. Y me uno contra un plan de choque por el empleo sin perspectiva de género.
La hora de la igualdad de derechos
Hoy en El País. Estoy contenta de este granito de arena contra la reforma laboral y por el cambio estructural hacia la igualdad.
La hora de la igualdad de derechos
Todas las personas deben contar con la posibilidad de cuidar a sus criaturas conservando su puesto de trabajo y su salario completo.
La mala cabeza del Ministro Gallardón
Suscribo las palabras del Ministro de Justicia ayer en el Congreso: ‘pienso en el miedo a perder un empleo como consecuencia del embarazo’. No es un gran descubrimiento pero ¡qué bien que piense en ello! Se le agradecería la comprensión al Sr. Ministro si 1) facilitase el aborto a todas las mujeres que tienen ese miedo tan comprensible y fundado; y 2) ayudara a poner condiciones para que todas las mujeres empleadas pudieran tener criaturas sin necesidad de dañar su empleo, de tal forma que ese miedo se redujera (ya sabemos: universalización de la educación infantil, permisos iguales e intransferibles, las 35 horas semanales, etc etc…). Con estas dos condiciones disminuirían los abortos y aumentarían los embarazos deseados. O sea, si fuera verdad, todas las personas tan contentas.
Porque, si vamos a ver, en teoría tenemos muchísimos puntos de acuerdo: no nos gustan los embarazos no deseados y nos encantan las criaturas. Además, el miedo a perder (o a no adquirir) el empleo como consecuencia de la maternidad (real o hipotética) afecta a todas las mujeres, madres o no. Así que todas esas facilidades para compatibilizar maternidad con empleo de calidad son urgentes; cuando se hagan realidad podremos empezar a hablar de igualdad en el empleo.
Pero claro, el Ministro no razona así. Sigue leyendo
La RAE ataca de nuevo
Aborto (1)
Como muchas mujeres españolas, estoy obsesionada con el retroceso en la legislación sobre el aborto que se está preparando en nuestro país. Volveré sobre esto, pero hoy quiero compartir un artículo que me llega por email. Es de un hombre empeñado en la lucha por la igualdad (de esa especie rara llamada ‘hombres igualitarios’).
El aborto en el túnel del tiempo
José Ángel Lozoya Gómez
Miembro del Foro y de la Red de Hombres por la Igualdad
A finales de 1978, en Valencia, una amiga me contó que pertenecía a un grupo que hacia abortos clandestinos para luchar por su legalización y me pidió prestado el piso para hacer los que tenían concertados para esa tarde. Accedí porque no encontré ningún motivo para negarme, sin imaginar que ese acto de solidaridad me iba a cambiar la vida. Sigue leyendo
¿Conciliación?
Conozco a una inmigrante sin papeles que trabaja como empleada de hogar interna en una casa de Barcelona. Lleva allí tres meses y cobra 800 euros al mes por un horario que es esencialmente todo el tiempo: tiene pactadas una hora de descanso en medio del día y libra las tardes de jueves y domingos, pero ni siquiera eso se cumple siempre. Terrible, no? Comprenderéis que no esté muy contenta y quiera otra cosa (por cierto, es de toda confianza, si alguien sabe de algo que me lo diga).
Pero hoy lo que me tiene obsesionada es lo que me contó ayer. Me dijo que ahora es ‘más duro’. ¿Por qué? Porque, ahora que el bebé tiene casi tres meses, ‘la Señora’ ha empezado a irse de viaje de trabajo y la deja sola al cargo; así que ella está abrumada con tanta responsabilidad y con tanto trabajo, porque ahí ya de los descansos pactados ni hablamos.
Seguro que algunas personas verán detrás de esta historia una madre irresponsable y explotadora. Yo veo una madre estresada sufriendo horriblemente por tener que dejar a su bebé en manos de alguien a quien solo conoce desde hace tres meses. Veo una mujer haciendo equilibrios imposibles en su puesto de trabajo para que no la echen, pensando en su bebé y llamando a escondidas a mi amiga a ver cómo está. Veo a mi amiga sin saber si decirla que la criatura llora… y veo al bebé contagiado de tanto estrés y tanto sufrimiento.
Valores y alternativas
Hace tiempo que me resulta difícil escribir algo. A veces me parece que lo que pienso es obvio y ya lo está diciendo todo el mundo. Otras veces me desanima que me digan que le busco tres pies al gato (¡no estamos para matices!). Pero lo peor es que ni siquiera consigo hablar de los temas ‘a su debido tiempo’. Por ejemplo, en la Reforma Laboral: ¿Qué hay sobre conciliación? Se ha resaltado que no mucho, que casi ninguna novedad. No estoy de acuerdo. El problema, como siempre, es que solo se habla de conciliación cuando se habla de conciliación, y eso nos lleva a la trampa de estar siempre en la marginalidad, dándole vueltas al chocolate del loro mientras la corriente principal sigue arrasando. La solución, o más bien el método para encontrarla, es el mainstreaming: hablar de igualdad y de lo que antes se consideraban ‘cosas de mujeres’ cuando se trata de ‘los temas importantes’.
Pero ya hablaremos más de la Reforma Laboral. Hoy me animo a escribir porque, en medio de la que está cayendo, veo luces. Sigue leyendo