Ciudadanos plantea una reforma de los permisos de maternidad/paternidad que resulta absolutamente novedosa en nuestro país y que en principio podría parecer atractiva según la enuncian en su programa: “acercarnos al modelo nórdico, con una baja parental más igualitaria de 26 semanas, de las cuales 8 estarían reservadas para cada progenitor, y las 10 restantes podrían ser compartidas”. Esta reforma, dicen, “aumentaría la corresponsabilidad entre los padres, ayudaría a reducir la discriminación de la mujer en el mercado laboral y facilitaría una mejor conciliación laboral”.
Efectivamente, Ciudadanos tiene razón cuando afirma que los permisos son una pieza clave en política social, y cuando explica cómo la actual desigualdad (16 semanas de permiso de maternidad y solamente 2 de paternidad) tiene efectos devastadores en el empleo femenino y en la familia. Pero el problema de su reforma es que, a pesar de su apariencia neutral, se traduciría en que la inmensa mayoría de las madres se tomarían 18 semanas (sus 8 intransferibles más las 10 “compartidas”), mientras que los padres se tomarían 8 semanas; los permisos transferibles (generalmente llamados parentales) actúan siempre como una prolongación de los permisos de maternidad en todos los países.
Así que la pregunta es: ¿por qué proponen un sistema que llaman “más igualitario”, cuando ya estábamos a las puertas de conseguir un sistema verdaderamente igualitario?
La PPIINA lleva 10 años trabajando por el aumento del permiso de paternidad hasta alcanzar las 16 semanas, de tal manera que los permisos sean de igual duración para cada persona progenitora, completamente intransferibles como los demás derechos sociales, y pagados al 100% como ahora está el permiso de maternidad.
Ya en 2012, la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados reconoció por unanimidad que esta reforma es necesaria, aunque no llegaron a dar el paso de aprobarla; a la hora de la verdad siempre había otras cosas más importantes que impedían que la propuesta llegara al orden del día del Pleno.
Y hete aquí que ahora Ciudadanos pone en primer plano su “novedosa” propuesta, ignorando todo el proceso parlamentario anterior. Además, proponen que se lleve a cabo en los primeros 100 días de la legislatura y de golpe, sin ni siquiera calendario de implantación progresiva. Se acabó, pues, la relegación del tema de los permisos a la Comisión de Igualdad; se acabó también el teatro de que “la situación económica no lo permite”; esta propuesta va en serio y no es momento de escatimar.
¿Por qué tiene Ciudadanos tanta urgencia en reformar los permisos? Y sobre todo, ¿conseguirá convencer a los demás partidos de que abandonen su compromiso con la equiparación del permiso de paternidad al de maternidad, para votar por su reforma, aplazando así la igualdad real de los permisos “sine-die”?