El Plan de Apoyo a la Familia, recientemente aprobado por el Gobierno, empieza con datos escalofriantes sobre la situación: el 45% de los hogares no pueden irse de vacaciones ni una semana, el 38,5% de los hogares con menores son pobres (el 47,6% de los monoparentales), etc. También señala la extrema división sexual del trabajo y sus funestas consecuencias: «En la actualidad, las mujeres son las que, mayoritariamente, dejan de forma temporal su trabajo para atender a sus hijos… Es por esta mayor dedicación a la familia, en gran medida, por lo que las mujeres, en España, cobran una pensión un 37% inferior, de media, a la de los hombres (las negritas no son mías)».
Pero no nos dejemos llevar por las primeras impresiones porque este no es un plan para resolver estos problemas ni para ayudar a las familias reales sino para apoyar a la Familia del PP, y desgraciadamente en más de un sentido.
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