Actualmente, 100 millones de pobres en todo el mundo están implicados/as en microcréditos. Durante mucho tiempo se nos ha dicho que esta era una forma de luchar contra la pobreza. Y, como el 97% de ls prestatarios/as son mujeres, también se han vendido como una solución para ‘empoderar’ a las mujeres.
Siempre he pensado que esta no era la forma de cambiar extensivamente la situación, aunque a las personas beneficiarias pudiera interesarles pedir uno (a falta de pan…). Ahora, después de ver este Documentos TV: ‘Microcréditos’ , me doy cuenta de que el asunto es mucho más grave. Un aspecto a destacar: los intereses que cobran esos bancos tan ‘filantrópicos’ están por encima del 26% (Grameen Bank, ‘el banco de los pobres’), y en algunos casos llegan al 100% (Lapo Bank).
Otra referencia importante es el libro de Milford Baterman: Why Doesn’t Microfinance Work?:The Destructive Rise of Local Neoliberalism.
Todo esto me ha hecho recordar otro asunto que también es emblemático del pensamiento neoliberal: las ‘Transferencias Monetarias Condicionadas’, la actual estrella de la ‘Nueva Política Social’ auspiciada por el Banco Mundial. También dicen que ‘empoderan’ a las mujeres, y en la realidad son un desastre porque consisten en conceder a las mujeres unos pocos dólares (que no son suficientes ni siquiera para asegurar un mínimo de alimentación infantil básica) a cambio de un montón de actividades frecuentemente incompatibles con un trabajo asalariado en la economía formal. Pero ese es un tema que estoy estudiando más a fondo y del que hablaré otro día.
Conclusión: no hay milagros.
En particular, ya que se conceden a mujeres, sería muy importante estudiar los microcréditos desde la perspectiva de la equidad de género.