En Transversales Nº 32
Las elecciones europeas de 2014 nos han revelado una ciudadanía indignada. Son muchas las personas que ya no confían en que los partidos mal llamados “socialdemócratas” ofrezcan una alternativa diferente a las políticas neoliberales y patriarcales que estos partidos están aplicando o acatando en toda Europa junto a la derecha tradicional.
Para que la indignación se traduzca en esa alternativa que tanto necesitamos, es necesario profundizar en el debate político e ideológico, a la vez que frenar el actual desmantelamiento de nuestro ya precario sistema de protección social. En ese camino, la reforma fiscal que prepara el Gobierno será un hito importante. Un golpe decisivo si no la impedimos y, a la vez, una oportunidad de discutir cuáles son los principios de la política social que necesitamos, tanto para restablecer el pacto social que permitió la creación de nuestro embrionario sistema de bienestar como para seguir avanzando hacia una sociedad equitativa y sostenible.