En Andalucía van a vacunar a todas las niñas de 14 años contra el Virus del Papiloma Humano (HPV).
Es de suponer que esta decisión se habrá tomado después de considerar todos los pros y los contras. Sin embargo, se echa de menos una explicación por parte de la Junta. Habrá un informe donde se consideran, y se descartan, las razones en contra aducidas por muchas personas bien informadas (ver este interesante artículo). Seguro que ese informe existe, pero debería ser público.
Porque, vamos a ver, la misma Consejera dice: “la vacuna no es la solución a este tipo de cáncer, no sólo por la variedad de papilomavirus contra los que no protege, sino por todas las enfermedades de transmisión sexual que pueden evitarse haciendo uso del preservativo”
Se estima que la vacuna protege contra el 70% de esos virus, y que protege solamente a las que no están ya infectadas. Dicen algunos artículos que, según el tipo de vacuna que sea, la protección dura entre 4 y 5 años, pero los experimentos solamente han seguido a las mujeres durante 35 meses, así que en realidad no se sabe. Por otro lado, el cancer de útero afecta mayoritariamente a mujeres de edades medias y avanzadas.
Entonces, por qué vacunar precisamente a las niñas de 14 años, y por qué a todas indiscriminadamente? Hagamos las cuentas: según las estadísticas oficiales, solamente el 32% de las andaluzas habrán mantenido relaciones sexuales antes de los 19,1 años (la edad a la que el 50% empieza). Así que probablemente la mayoría de las vacunadas empezarán a tener relaciones sexuales cuando ya no les dure la protección de la vacuna.
¿Y a las que les dura? Creerán que están protegidas, pero no lo están contra los embarazos no deseados ni contra la amenaza más importante: el SIDA. Esas jóvenes, en el caso de que decidan tener relaciones de penetración con un hombre, NECESITAN USAR CONDON, junto con una educación sexual que les enseñe que el placer no es ni mucho menos igual a la penetración. Así que, ¿cuál es el propósito de la vacuna para ellas?
Me temo que vacunan a las de 14 por una razón de perogrullo: aún no están infectadas. ¡Pero si eso se puede saber con un simple test! ¿Se quieren ahorrar el test? Por qué no se ahorran mejor la vacuna (que cuesta de 450 a 750 euros)? Y por qué no se la ahorran a las niñas?
Porque, hay que saber, esta vacuna (como otras vacunas) no está claro que sea inocua. En los experimentos que se realizaron en EEUU antes de su aprobación por la FDA, algunas mujeres vacunadas desarrollaron lesiones graves de pancreas, otras tuvieron hijos con malformaciones. Casos que se minimizan con desmentidos por parte de las empresas farmaceuticas dueñas de las patentes (aunque no las descubrieron).
En todo caso, ‘protegidas’ de los 14 a los 18 o 19 en el mejor de los casos. Y después? ¿Se va a informar a todas esas niñas de que quedarán ‘desprotegidas’ y cuando? Y se va a atender a las mujeres mayores de 18, 19, o….?
El cancer de útero, si se detecta a tiempo (con un test bastante fiable y barato), se cura en la mayoría de los casos. De hecho, se estima que en los países donde las mujeres tienen acceso generalizado a ese test, la vacuna contribuirá poco a disminuir el número de muertes por este cancer. ¿Por qué no se mejora el acceso de todas las mujeres al test, y a todos los demás servicios ginecológicos?
Otra cosa: ¿Por qué no se hace el test a los hombres? Al menos, si se sabe, se pueden tomar precauciones especiales con los infectados. ¿Y la vacuna? No se ha experimentado en ellos. ¡Ni se les ha ocurrido!
Hay muchas dudas sobre si las mujeres saldrán beneficiadas o perjudicadas por esta medida, pero creo que una cosa está clara: Las empresas farmaceuticas ganarán un montonazo de pasta. ¡Suma y sigue!
Os recomiendo la lectura de este blog que han abierto unas compañeras asturianas recopilando información INFORMACIÓN INDEPENDIENTE SOBRE LA VACUNA DEL VPH en la que recogen detalles tan interesantes como que la propia Diane M. Harper (principal investigadora de la vacuna) advirtiera de que vacunar a menores de 15 años “es como permitir efectuar un gran experimento público de salud” ya que no hay suficiente evidencia recogida sobre la eficacia a esas edades ni sobre los efectos secundarios como para saber que la seguridad no es un problema»