Venga, todos los periódicos a parlotear sobre el traje de la Ministra Chacón. De verdad, con la que está cayendo a todos los niveles, económico, humanitario, de derechos humanos…. y parece que era importante que la Ministra fuera vestida así o asao…
El Mundo: La titular de Defensa acudió ayer al solemne acto castrense con un traje de chaqueta tipo esmoquin en lugar de utilizar un vestido largo, como marca el protocolo para las mujeres en los actos en el Palacio Real.
Y, según El País, Defensa alegó que el traje de la ministra estaba bien porque «ella no era invitada sino protagonista».
Así que es la Casa Real quien dicta cómo deben ir las mujeres a ese acto que hubo ayer. Y dicta en su mejor estilo: primero mujeres y luego ya ministras, invitadas o lo que sea. Bueno, lo que sea no, que reinas no pueden ser. Mejor dicho: reinas sí, pero no reyes. Solo reinas de traje largo para quedar monas de florero.
La Ministra Aido nos aclara: «Sin ninguna duda, este tema ha surgido sólo porque es mujer» (ah!). Y añade «pero es completamente anecdótico».
OK, anecdótico en comparación, como anecdótico en comparación eran las faldas impuestas a las enfermeras en Cadiz por un empresario privado. Allí se protestó, muy bien, aunque había otras cosas más importantes nos pareció bien protestado. Y ahora, ¿no es más fácil? ¿Sería posible que el año que viene la Casa Real, que mantenemos con nuestros impuestos, no dictase esa norma tan anecdóticamente diferenciadora? Más fácil aún que quejarse por la indumentaria impuesta a unas enfermeras de Cadiz es no imponerle indumentarias a las mujeres nosotr@s. Ni a la Ministra ni a las invitadas. ¿O no nos obedece la Casa Real? ¿Pues entonces por qué no dejamos de pagarles?