Todo para el pueblo

Muy interesante el artículo en publico.es de mi amiga Nancy Rebel:

Todo por el coronavirus. Hasta hace un par de semanas aún se decía que las medidas tomadas por China no podrían reproducirse en países europeos dotados de sistemas democráticos. Pero repentinamente se desplazó la ventana de Overton y ahora la población aplaude casi unánimemente el confinamiento estricto decretado. No solamente se considera irresponsable e insolidario intentar desviarse un milímetro del mandato, sino incluso el mero hecho de mostrar dudas sobre su pertinencia. Esperemos que se respete la libertad de opinión, aunque ya el propio ruido se encargará de acallar cualquier voz discordante, como esta que avanzo.

No se han ofrecido cifras concretas que contradigan la comparación del COVID-19 con una epidemia de gripe, como hizo inicialmente la OMS y siguen haciendo especialistas como Wolfgang Wodarg, ahora denostado y «rectificado» sin ofrecer cifras alternativas a las suyas.

Como explica Juan Gervás en este artículo, «las medidas para la contención de la pandemia se suelen basar en modelos matemáticos, deslumbrantes y simples, pero carentes de la menor fineza«. Los confinamientos se han justificado aludiendo a protocolos y directrices, razones vagas y no explicadas con cifras sino basadas en la repetición de afirmaciones como «es un virus nuevo», «no hay vacuna», «se contagia exponencialmente» y «hay que aplanar la curva».

Cabe recordar que este no es el primer virus nuevo, ni siquiera el primer coronavirus. Pero la sociedad ha cambiado desde que, en 2009, se intentó ir por este camino con la Gripe A, como denunciaron Teresa Forcades o Iñaki Gabilondo (por cierto, citando como autoridad a Wolfgang Wodarg, el epidemiólogo ahora denostado). Es curioso que sus testimonios no hayan sido recordados en esta crisis por ningún medio de comunicación mainstream. Ahora la autoridad moral de la OMS es ya incontestable. Ha triunfado la idea de que la salud se nos asegura, única e infaliblemente, a base de medicamentos y vacunas cuyos efectos secundarios se minimizan. ¿Estas medidas ahora experimentadas se convertirán en usuales ante próximas y más que probables situaciones similares, que ya se anuncian?

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Soy feminista y exijo la liberación de Julian Assange

Las feministas hemos caído en una trampa de la que es preciso salir. El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se está pudriendo en una cárcel de alta seguridad británica desde abril de 2019, pero su destino puede empeorar sustancialmente. Estos días está celebrándose el juicio para su extradición a EEUU, donde se enfrentaría a 175 años de prisión por «revelación de secretos». Según los informes médicos, su salud está muy deteriorada y su vida corre peligro si no recibe asistencia ahora, mucho más con el trato que le esperaría en EEUU.

El «delito» de Assange ha sido informarnos de los desmanes del gobierno americano. Esta es, hasta ahora, una práctica periodística protegida por el derecho internacional. Por esa razón, el caso Assange es el de la libertad de prensa. Después de 10 años de manipulación y posterior silencio por parte de los principales medios de comunicación, el relator especial de la ONU para casos de tortura, dictamina: «Julian Assange destapó la tortura, él mismo ha sido torturado y podría ser torturado hasta morir en Estados Unidos«.

En esta entrevista le preguntan al relator de la ONU por qué no asumió antes este caso. Él contesta explicando cómo, en el momento en el que Assange estaba en la cima de la popularidad por haber destapado tantos casos de corrupción, se emprendió una estrategia de desprestigio que consiguió desviar el foco hacia su persona. Y declara: «Yo también perdí mi enfoque, a pesar de mi experiencia profesional, que debería haberme hecho estar más alerta«. A muchas feministas también nos hicieron perder el enfoque, y creo que este es el lado más perverso del caso.

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Las de otra pasta

Una de las imágenes que se grabaron a sangre y fuego en mi cerebro infantil fue la de un terrateniente dando un melón medio podrido a un mendigo. Luego aprendí conceptos que, curiosamente, no se enseñaban en la escuela en aquellos tiempos oscuros. Aprendí que desde 1948 ya existía la Declaración de los Derechos Humanos, aunque es cierto que no se toma tan en serio como debiera.  Aprendí que, tras duras luchas, la clase obrera ha conquistado derechos laborales, e incluso hay un Estatuto de los Trabajadores.

Nuestra sociedad ha cobrado conciencia de derechos como el de una vivienda digna, un trabajo decente, unos ingresos mínimos, integridad física y moral. Cuando estos derechos se vulneran, se produce un rechazo social.

Pero desgraciadamente esta sensibilidad hacia la injusticia, ese sentido de la equidad y de la solidaridad arduamente forjada, aún no se aplica a los colectivos femeninos, y en particular a los que realizan tareas de cuidados.

Las mujeres que cuidan en su hogar a personas dependientes (llamadas «cuidadoras informales») están de servicio día y noche, 7 días a la semana y 365 días al año.  Casi medio millón de ellas están recibiendo la prestación por cuidados en el entorno familiar de la Ley de Dependencia (llamada popularmente «paguita»), cuyo importe mensual es bastante menor que la mitad del salario mínimo. ¿A cómo les sale la hora? Más que nada, se dice, y es verdad; tan verdad como lo es un melón medio podrido.

Otras tienen la suerte de ser sustituidas por las auxiliares de ayuda a domicilio durante un par de horas diarias. Se llama popularmente «prestación de respiro», y es incompatible con la «paguita». En todo caso, con «paguita» o con «respiro», ¿dónde están sus derechos humanos y laborales?

Las auxiliares de ayuda a domicilio, por su parte, son víctimas de empresas «multiservicio» que reciben de los ayuntamientos 17 euros por hora y a ellas les pagan 7. Afortunadamente estas trabajadoras se están organizando y acaban de presentar el documental «Las hadas existen«. En ella denuncian sus intolerables condiciones laborales. No se lo pierdan.

Las empleadas de hogar están de servicio 24 horas al día durante 6 días a la semana, pero los llamados «tiempos de presencia» no se consideran trabajo. A nadie se le ocurriría no considerar trabajo las guardias nocturnas del personal médico, de los trabajadores de recepción en los hoteles, de los vigilantes nocturnos, de los policías, de los bomberos…  Pero a las mujeres que cuidan no se les aplican los mismos criterios que a los «trabajadores».

Cuando digo que no entiendo cómo todas esas mujeres soportan semejantes condiciones, frecuentemente oigo la respuesta «es que están hechas de otra pasta». Yo no lo creo así. Creo que la pasta humana es la misma, pero nuestra sensibilidad depende del sistema social.

Estamos en un sistema en el que a las mujeres no se nos ve, y a las mujeres pobres mucho menos. Un sistema en el que las mujeres estamos excluidas del sistema. Una auxiliar de ayuda a domicilio lo decía muy elocuentemente en el documental antes citado: «somos las nadie».

Ojalá la actual ola feminista acabe con la excepcionalidad femenina y nos eleve a la categoría de simples seres humanos. ¡Feliz ocho de marzo combativo!

Artículo publicado en el blog Al Final del Tunel de la Fundación Luz Casanova

Atención a la Dependencia: materiales para el nuevo gobierno

Si el nuevo gobierno quiere mejorar la vida de la gente, he aquí un campo crucial: la atención a la Dependencia. En esta entrada se ofrece un estudio clave y, al final, algunos materiales complementarios.

Un estudio clave:

Martínez, R., Roldán, S. y M. Sastre (2018): La atención a la dependencia en España. Evaluación del sistema actual y propuesta de implantación de un sistema basado en el derecho universal de atención suficiente por parte de los servicios públicos. Estudio de su viabilidad económica y de sus impactos económicos y sociales. Papeles de Trabajo 5/2018. Instituto de Estudios Fiscales, Madrid. Ver aquí en la web del IEF

Este estudio del Instituto de Estudios Fiscales demuestra que es posible establecer el derecho universal a la atención suficiente por parte de los servicios públicos. Esto significa que no solamente la financiación sino la provisión, la gestión y toda la actividad relacionada con la atención esté en manos de las entidades públicas. Por tanto, que todos los empleos sean públicos.

El modelo que se propone está inspirado en los países nórdicos, donde todo el cuidado es gratuito, tanto la atención a domicilio como la atención en centros de día y residencias. Lo que sí se paga es la manutención y el alojamiento, con la ayuda de las prestaciones necesarias a aquellas personas que no tengan ingresos suficientes para sufragar estos gastos.

Las conclusiones de este estudio son:

  • Incremento presupuestario neto: 5.700 millones de euros
  • Se crean 385.000 nuevos empleos públicos a tiempo completo.
  • Se recuperan casi 4.500 millones de euros por aumento de cotizaciones e impuestos

¿Y entonces?

¿Cómo es posible que continúe el sufrimiento de tantas mujeres en la familia, de tantas auxiliares de ayuda a domicilio, de tantas empleadas de hogar, de tantas trabajadoras de las residencias que no pueden atender convenientemente porque no dan abasto y, sin embargo, se están dejando la salud? ¿Cómo es posible que tantas personas continúen desatendidas?

¿Cómo es posible que la atención a nuestras personas dependientes siga en manos de empresas privadas, cuando se demuestra que la atención es peor, el empleo es mucho más precario y el coste para las AAPP es mayor que si se atendiera a las personas directamente por las entidades públicas?

¿Cómo es posible que no se cuestione un modelo que ha demostrado ser insuficiente e ineficiente. a pesar de que la misma Ley de Dependencia de 2006 preveía la necesidad de su evaluación al cabo de 10 años?

Nadie ha cuestionado la metodología ni las conclusiones de este trabajo del Instituto de Estudios Fiscalales. Pero ahí sigue sin ser utilizado.

Quizás este gobierno tenga la voluntad política necesaria para abordar este tema.

Porque decir «más dinero para la dependencia» no es la solución. Más dinero sí, pero no para seguir engordando las cuentas de resultados de las grandes empresas multiservicios a costa de la gente. No para continuar aumentando desgravaciones que solo alcanzan a las rentas medias/altas. No para incentivar la permanencia en el hogar de las mujeres mediante la prestación por cuidados en el entorno familiar (la «paguita»).

Más dinero sí, pero bien utilizado. Más dinero para un sistema justo y sostenible.

Materiales complementarios en base al estudio del IEF:

  • ATENCIÓN A LA DEPENDENCIA: ¿ES POSIBLE ATENDER LAS NECESIDADES Y ASEGURAR LOS DERECHOS DE TODAS LAS PERSONAS IMPLICADAS? Artículo en la Revista del Consejo de Trabajo Social. Autoras: Rosa Martínez (Universidad Rey Juan Carlos y CIRANO); María Pazos Morán (Instituto de Estudios Fiscales); Susana Roldán (Universidad Rey Juan Carlos) y Mercedes Sastre (Universidad Complutense). Disponible aquí en la web del Consejo General del Trabajo Social
  • Reportaje en El País: EL SISTEMA NÓRDICO EN EL QUE CABEN MÁS DEPENDIENTES. Disponible aquí en elpais.com
  • Reportaje en CTXT: EL CAMINO PARA QUE LA DEPENDENCIA NO SEA UN ENEMIGO DE LAS MUJERES. Disponible aquí en CTXT.es
  • PRESENTACIÓN DIAPOSITIVAS RESUMEN DEL ESTUDIO POR LAS  TRES AUTORAS: Ver aquí

El feminismo y la rebelión por el clima tienen que ser aliadas

Comparto la entrevista que me hizo recientemente el periódico Noticas de Navarra:

PAMPLONA– María Pazos Morán, experta en economía feminista y autora del libro Contra el patriarcado, participó ayer en el foro de la Red de mujeres activas por el clima-Emakumeoklima con la ponencia titulada Economía feminista ante el colapso climático, en la que destacó el papel esencial de las mujeres para combatir el cambio climático.

¿Cuál es la situación actual de la sociedad con respecto al cambio climático?

-Estamos ante una crisis multidimensional. Tenemos una desigualdad social cada vez mayor, la cual es importante para las mujeres, la raza, el entorno rural y urbano, la condición de inmigrante… Y una crisis ecológica y demográfica. Pero ahora lo fundamental y urgente es que estamos a las puertas del cambio climático abrupto. Estamos en medio de la sexta extinción, aunque se minimiza el problema.

¿Qué relación tiene el feminismo con el cambio climático?

-Las mujeres estamos más afectadas, más preocupadas y más preparadas, pero no estamos donde tenemos que estar. Esta es la brecha de género en el cambio climático. Las mujeres tenemos mucho que aportar, y la economía feminista desafía todas las premisas de lo que está pasando y denuncia por qué hemos llegado hasta aquí. Hay un antecedente, que es el hombre dominador. El patriarcado se va adaptando a los distintos sistemas económicos y todo conduce al capitalismo, donde surge el hombre económico moderno, que es por definición egoísta. La naturaleza se convierte en el capital natural, y las mujeres formamos parte de esa naturaleza. El exceso de consumo depreda el medio ambiente irreparablemente, y la finalidad de la economía tiene que ser satisfacer las necesidades de todos y todas dentro de los límites del planeta.

¿De qué manera se podría cambiar esta situación?

-Hay que eliminar lo contaminante y potenciar lo no contaminante, que es lo socialmente útil y curiosamente lo femenino. Hay que potenciar los empleos en los cuidados, la sanidad, la educación o la cultura;que los que se tengan que perder en los sectores contaminantes se sustituyan por otros limpios. La atención a las personas no contamina, y todos esos sectores básicos tienen que ser públicos.

¿Qué elementos contaminantes habría que eliminar?

……. Leer la entrevista completa aquí  

 

Imprescindible entrevista a Simone de Beauvoir en 1975

Un amigo me manda la entrevista en TV a Simone de Beauvoir publicada en este blog.

E impresionante la lucidez, la rotundidad y la eloquencia de Simone de Beauvoir.

Me resulta especialmente interesante ver, desde 44 años después, su descripción certera de cómo los hombres se emplean colectivamente para mantener su dominación sobre el colectivo de las mujeres. O sea, el patriarcado.

Muy interesante su visión de cómo se oprime a las mujeres a través del matrimonio, la maternidad y la precariedad laboral. Pone en primer plano la independencia económica de las mujeres como condición para su liberación. La participación en el empleo como vía para la participación social, para salir del encierro entre las cuatro paredes del llamado «hogar». Sí, el empleo, ¿el empleo! ¡El empleo digno, claro, pero el empleo! Los ingresos propios suficientes para la independencia económica.

Critica la sobreexplotación de las mujeres trabajadoras sometidas a dobles jornadas y aboga por que los hombres compartan el 50% de las tareas de cuidado.

Ah, y crítica duramente a los compañeros progres que, como sucede aún, nos cuentan que somos burguesas porque luchamos por reivindicaciones que atañen a todas las mujeres de todas las clases sociales. Sí, sí, de todas. Los ompañeros que nos dicen que el abandonamos la lucha contra el capitalismo, cuando lo que sucede es que ellos quieren mantener su primacía y no quieren ni oir hablar de patriarcado, de división sexual del trabajo. En tiempos de Simone de Beauvoir nos decían que teníamos que esperar a que resolviéramos la «contradicción principal», o sea la de clase. Ahora nos dicen qeu el feminismo guai, el del 99%, es solamente contra el capitalismo, de patriarcado nada de nada. Las mujeres oprimidas por el capitalismo y solo por el capitalismo. ¡A otro perro con ese hueso, compañeros!

Otro aspecto muy interesante es su crítica alpapel de los organismos «de igualdad» que pretenden maquillar la desigualdad, hacer como que se hace algo… Lo llama «mixtificación», ni más ni menos. También lo hacía María Telo, y otras feministas independientes. En fin, seguimos debatiendo. La entrevista tiene mucha más tela. !Disfrutadla!

 

Entrevista en Temas de Psicoanálisis

Carme García Gomila, Codirectora de la revista Temas de Psicoanálisis, me ha hecho una entrevista. Me ha encantado el diálogo con ella; es estupendo comprobar que podemos entendernos muy bien desde distintas disciplinas, todas tan necesarias para el feminismo.

Aquí copio el principio, y luego el link a la entrevista completa.

Temas de Psicoanálisis.─ Para centrar a nuestros lectores sobre su personalidad, su postura y su ideología citamos la primera frase que usted vierte en la Introducción de su libro Contra el patriarcado,  donde muestra una denuncia clara y contundente sobre  el tema: «El título de este libro refleja la tesis que le inspira: el patriarcado provoca enormes sufrimientos a toda la población y, en alianza con el capitalismo, está conduciendo a la humanidad a su propia extinción. Para detener esta carrera desenfrenada hacia la catástrofe, para construir una sociedad justa, feliz y sostenible, en definitiva, para que tanto sufrimiento deje de existir, debemos trabajar contra el sistema patriarcal». Pero, ¿podría explicar cuáles han sido sus inicios en la lucha feminista? Sobre todo en qué momento histórico se produjo.

María Pazos.─ Cuando tenía 13 años me preguntaron a qué me quería dedicar de mayor y contesté que quería ser feminista. Debía haber atrapado al vuelo la palabra porque no tenía acceso a lecturas ni lo había hablado con nadie. Pero estaba convencida de que las mujeres y las niñas debemos rebelarnos ante la desprotección y la falta de derechos que sufrimos. Recuerdo que me repetía: ¿cómo es posible que el gobierno no proteja a las mujeres y a las criaturas contra un cabeza de familia maltratador, sino que por el contrario avale su autoridad absoluta? Entonces yo aún creía que esos cabezas de familia eran casos aislados de locura, luego entendería mucho más.

En la universidad participé en grupos de mujeres más o menos informales. En 1976 entré en el recién creado Frente de Liberación de la Mujer y después en otros grupos. Era una época en la que coincidía la ola feminista de aquellos años con el fin de la dictadura en España.

TdP.─ ¿Cuándo empezó a poner al servicio de las políticas de igualdad de la mujer sus conocimientos de matemáticas y economía?

M. Pazos.─ Eso fue más difícil. Durante mucho tiempo envidiaba a otras compañeras que podían dedicarse al feminismo desde sus profesiones; a mí me parecía difícil siendo matemática. Pero me fui orientando hacia la investigación y trataba de elegir los temas que me interesaban.

En el año 2000 conseguí un puesto en la Dirección de Estadística de la OCDE, pero en cuanto pude me pasé a la División de Política Social donde estuve al cargo de los modelos de microsimulación de impuestos y prestaciones (llamados tax-benefit). Mi tarea era eminentemente técnica, pero para construir esos modelos tenía que estudiarme las regulaciones de los (entonces) veintinueve países miembros. Esta experiencia me permitió especializarme en la comparación internacional de sistemas de política social y en el estudio de sus impactos; un asunto fascinante.

En 2004, poco después de volver de París, el Instituto de Estudios Fiscales me permitió iniciar una línea de investigación sobre Políticas Públicas e Igualdad de Género (estábamos en el inicio de la llamada “Ola Zapatero”). A partir de ahí me pude dedicar a tiempo completo a esos temas. La verdad es que he encadenado golpes de suerte; aunque también me ha costado buscármelos.

Leer la entrevista completa en la revista Temas de Psicoanálisis

María Telo, la sucesora de Campoamor

Aquí os dejo la conferencia que di sobre María Telo en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales hace unos meses:

«María Telo, la sucesora de Campoamor«.

Estoy enormemente agradecida a Mati Sy que la grabó y la subió a YouTube.

Me siento feliz de haber aportado mi granito de arena a la memoria de María Telo, esta gran maestra feminista silenciada. En la conferencia trato de contar su trayectoria, su activismo feminista y sus logros, particularmente la reforma del Código Civil de 1975 que eliminó, entre otras terribles discriminaciones, la llamada «licencia marital», o sea el permiso del marido sin el que las mujeres casadas no podían realizar ni las más elementales operaciones.

Clara Campoamor, en su libro «Mi pecado mortal. El voto femenino y yo», nos explica el altísimo precio que tuvo que pagar por haber conseguido el derecho al voto para las mujeres españolas. Casi todas las mujeres que consiguen un hito histórico feminista son castigadas. En la coferencia me pregunto cuál sería el «pecado mortal» de María Telo que la condujo al ostracismo, y desarrollo mi hipótesis: María Telo consiguió una reforma importantísima en un momento inconveniente.Pero no solamete eso. Maria Telo era una feminista demasiado avanzada para su época, que no rebajó sus propuestas radicales ni se plegó a las «conveniencias». Y algunas cosas más….

Aquí está. ¡Espero que os guste!

Pacto PSOE-Podemos y permisos de paternidad/maternidad simultáneos: ¿proteger a quién?

El acuerdo PSOE-Podemos sobre la implantación en tres años de los permisos iguales e intransferibles ha puesto en primer plano del debate social el reparto entre hombres y mujeres de los cuidados infantiles en el hogar.

Por fin, y sin ninguna duda gracias a la enorme movilización feminista, hemos llegado a constatar un hecho elemental: no puede haber igualdad ni en el empleo ni en las familias mientras los hombres sigan siendo ayudantes eventuales en los cuidados cuando sus ocupaciones laborales se lo permitan; mientras las mujeres sigamos siendo etiquetadas como «mano de obra de alto riesgo de ausencias» en comparación con los hombres. Los permisos igualitarios son un instrumento crucial para cambiar este modelo, aunque no el único.

La idea de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles (PPIINA) es muy simple: un permiso de 16 semanas intransferible y pagado al 100% para cada persona progenitora, independientemente de su sexo y de su tipo de familia. Este permiso único se compone de un permiso parental inicial de 2 semanas a partir del nacimiento más un permiso adicional de 14 semanas a disfrutar durante el primer año cuando cada persona decida.

Con este diseño, cada persona podría quedarse al cargo de su bebé durante 3 meses y medio, y así las familias biparentales podrían cubrir un periodo suficiente para enlazar con la educación infantil (que naturalmente debe hacerse universal, de calidad y gratuita). Las madres podrían volver a sus puestos de trabajo (actualmente solo lo hace el 55% de las madres españolas, según la OIT).

La experiencia demuestra que esto funciona, que los hombres que se quedan solos al cargo de sus bebés se inician en los cuidados, construyen el vínculo afectivo con ellos y se muestran satisfechos a posteriori, por más que a priori hubieran tenido miedo y resistencias. Tanto las criaturas como las madres y los padres se beneficiarían de una familia más igualitaria, con menor riesgo de pobreza y de violencia.

El asunto iba bien. De hecho, la Proposición de Ley con la reforma de la PPIINA, presentada por UP-ECP-EM, está en tramitación desde el pasado junio por votación unánime del Congreso de los Diputados. Pero ahora resulta que, sin ni siquiera mencionar dicha PL, PSOE y Podemos han acordado que el diseño de los permisos se negocie en las mesas del llamado «Diálogo Social», que son reuniones entre el Gobierno, las organizaciones empresariales y los sindicatos (y que, por supuesto, no se retransmiten en directo).

Esta noticia es alarmante, en primer lugar porque un acuerdo entre dos partidos no es ni mucho menos una reforma legislativa. Con una Proposición de Ley en tramitación, cuyo periodo de enmiendas se sigue prolongando semana a semana sin que entendamos la razón, ¿a qué viene este quiebro de desviar el tema al «Diálogo Social»? ¿por qué no terminar de tramitar esa reforma de los permisos, dejando el diseño y el calendario de implantación fijados por Ley?

Leer artículo completo en eldiario.es